Las organizaciones que apoyan al expresidente Evo Morales cumplen este miércoles el tercer día de bloqueo indefinido de carreteras, manteniendo aislada a Cochabamba. Aunque los dirigentes pretendían que la protesta fuera a nivel nacional, según el mapa de transitabilidad de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), actualizado hasta las 08:06, hay siete puntos de bloqueo en distintas carreteras que conectan Cochabamba con el resto del país.
Esta medida de presión fue determinada por el Pacto de Unidad del ala evista, que mediante una resolución decidió «levantar el cuarto intermedio y convocar al bloqueo nacional de carreteras en todo el país, en cumplimiento al mandato de la Gran Marcha para Salvar Bolivia (…) para resguardar la libertad, integridad y evitar el secuestro de Evo Morales». Los manifestantes también aseguran que su medida de presión es «por la corrupción, la mala gestión pública, la crisis económica, la persecución política y la protección al narcotráfico», además del «incumplimiento de su pliego petitorio del 3 de septiembre de 2024».
Morales está siendo investigado por la Fiscalía de Tarija por un caso de presunto estupro, ya que supuestamente embarazó a una menor de 15 años cuando era presidente del Estado. Hasta el momento, Morales no ha negado que tuvo una hija con una menor de edad, pero insiste en que es un proceso político y que el caso ya fue cerrado hace algunos años.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, aseguró que la «gente está siendo obligada a generar los puntos de bloqueo mediante amenazas y una dictadura sindical». Según Del Castillo, la gente en el Trópico de Cochabamba ya no quiere más bloqueos y desea salir a trabajar y producir. La radio Fides reportó que varios sindicatos de la Federación de Chimoré decidieron no participar en los bloqueos, afirmando que la última convocatoria no es una decisión de las bases, sino una imposición de arriba.