La medida de bloqueo ha paralizado el tránsito de 1,2 millones de litros de combustible destinados a los centros urbanos del país. El ministro Del Castillo está evaluando «punto por punto» los lugares de protesta y ha asegurado que no puede dar detalles sobre el caso de estupro contra Morales.
En el segundo día de protestas, la base social leal a Evo Morales ha consolidado al menos cinco puntos de bloqueo en Cochabamba, una región central cuyas vías conectan el occidente y el oriente del país. Los manifestantes exigen al gobierno de Luis Arce el cumplimiento de un pliego de peticiones relacionadas con la «canasta familiar». Además, han tomado las carreteras para evitar que Morales sea capturado por la Policía o trasladado a Estados Unidos, según un pronunciamiento leído en La Paz por la diputada Gladys Quispe (MAS).
Morales enfrenta un proceso penal en Tarija por el delito de estupro agravado y trata de personas, y se ha emitido una alerta migratoria para evitar que salga del país debido a otras denuncias de irregularidades durante su gestión. El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, afirmó en Santa Cruz que no podía proporcionar más detalles a la prensa porque el caso «está bajo reserva».
Para aclarar las denuncias de un posible abuso a una niña de 15 años, Morales fue convocado por la Fiscalía de Tarija para el 10 de octubre, pero no se presentó. La fiscal de esa región, Sandra Gutiérrez, afirmó que lo que correspondía era su captura y aprehensión por incumplir la citación legal. La defensa de Morales presentó un recurso para que sea investigado en el trópico de Cochabamba, su bastión político, pero no presentaron ninguna acción de reparación.